Quizás sea una de las primeras ciudades en las que pensamos para una escapada en pareja, con amig@s, en familia… y realmente es así, es PERFECTA: gastronomía, ocio, cultura y arquitectura de influencia mundial, lo tiene todo para que sea un viaje ideal. He tenido la suerte de visitarla en dos ocasiones, pero sin duda me quedo con esta última, quizás sea por el momento, por las ganas y no tengo duda que tuvo mucho que ver la compañía, mi gran amiga y compañera de viaje perfecta. Decidimos viajar en noviembre, mes increíble en cuanto a precios se refiere. A mis beaviajer@s les suelo recomendar hacer una escapada de varios días, para disfrutarla sin prisas, pero en esta ocasión solo disponíamos de un fin de semana con lo que organizamos casi al minuto los días para no desaprovechar ningún instante. No os voy a repetir lo que seguramente ya sabéis y que estaréis cansados de escuchar.

Yo me voy a limitar a mis imprescindibles y algunos tips que para mí hicieron que el viaje fuera todo un éxito:

• Hotel céntrico para no perder tiempo en desplazamientos. 
• Buen calzado apto para horas caminando, para mí es como mejor se disfruta la ciudad, descubriendo  cada rincón y haciendose eco de la rutina diaria de una ciudad milenaria.
• Llevar reservado desde origen tanto las entradas para acceder a los museos Vaticanos como al impactante Coliseo, opción “sin colas”.
• Sentarse a escuchar y contemplar la vida de Plaza Navona, de izquierda a derecha, de arriba a abajo, no tiene desperdicio.
• Pasear por Campo de Fiore y terminar comiendo en Luciano, los mejores espaguetis a la carbonara de Roma por no hablar de su inolvidable tiramisú (se me hace la boca agua solo de recordarlo)
• Una vez cae el sol pasear y disfrutar de lo que os ofrezca la noche en el bohemio y singular Trestévere, copa de vino, tabla de queso y el relato de un día sin igual. Simplemente perfecto.
• Da igual la época del año, no os podéis ir de Roma sin probar sus helados, muy recomendable La Gelateria Frigidarium.
• Un referente de la ciudad, Plaza España con su escalinata infinita y sus lujosas calles de inaccesibles tiendas, un deleite para la vista.
• Acceder desde Via Poli a la maravillosa Fontana de Trevi. Se me ha quedado grabado ese momento,  el casi imperceptible sonido del agua en un principio y como va aumentando a medida que voy acercándome a lo que parece el final de la calle, y de repente dirijo mi mirada casi obligada a la izquierda y tatachán… increíble, espectacular, ahí está, la fuente más famosa de Italia. Si podéis no dejéis de verla tanto de día como de noche y si también podéis, os recomendaría ir de madrugada, la veréis sin tanta aglomeración de gente.