Justo al lado del complejo de edificios, encontramos Magnolia Bakery, no podéis ir a Nueva York y no probar sus deliciosas cupcake! Compramos dos para llevar y continuamos nuestro camino, tocaba parada en Times Square. Nos sentamos en la escalinata observando las innumerables pantallas, la gente que nos rodeaba de todas partes del mundo y entramos en un par de tiendas, como no! Cansados y hambrientos nos compramos unos sandwiches y nos dirigimos a uno de mis lugares favoritos de Nueva York, Bryant Park. Me encantó esa merienda/cena, ningún famoso restaurante ni lujoso local hubiera preferido en ese instante, ese sandwich en ese singular parque… una maravilla. A continuación nos fuimos al hotel y después de una relajante ducha nos esperaba una entretenida conversación con los momentazos del día, la organización del día siguiente y la deliciosa cupcake de Magnolia Bakery. IDEAL.
Nueva York
El viaje de mis sueños, la ciudad que siempre quise conocer aunque pareciera que ya lo sabía todo de ella, su conocido bullicio, sus majestuosas avenidas, sus populares edificios que había observado mil veces sin poder apreciar su imponente magnitud, … la ciudad de las ciudades! Nunca estuve tan nerviosa días antes de iniciar el viaje y es que, eran tantas las ganas como el miedo a que mis expectativas quedaran muy por encima a lo que la realidad me iba a mostrar. Ya os adelanto que no fue así. I Love New York.
7 días de octubre que ojalá puedan volver a darse en un futuro próximo, y es que sin duda volveré, seguramente no como único destino como lo fue entonces, sino como ciudad final de itinerario.
Me alojé en Manhattan, en el Hotel Nh Jolly Madison Towers, un hotel de categoría turista superior que estaba muy bien situado y con un desayuno bastante bueno (en la actualidad este hotel ha subido de categoría convirtiéndose en un Nh Collection).
Habréis leído y visto miles de sugerencias, vídeos, tutoriales y demás de como exprimir esta ciudad. No es mi intención descubriros nada nuevo, simplemente me encantaría contaros lo que para mí fue uno de los mejores días de mi viaje!
Después de descansar y de que la noche pasase en un abrir y cerrar de ojos por el cansancio, me despierto preguntándome si realmente estoy allí. Ducha, acicalamiento, desayuno y a la calle! empiezo el día subiendo por Madison Avenue hasta llegar a la famosísima Estación Central. Cuántas y cuántas veces la habré visto en películas! y allí estaba, imponente, llena de gente apresurada, de abrazos, despedidas, reencuentros… tal y como la había imaginado. Después de contemplarla, sentarme en sus bancos de madera mirando el reloj y paseando por las taquillas durante un buen tiempo, salimos y tomamos la 42 hasta la 5ª avenida, dirección norte. Anduvimos sin ninguna prisa por tan emblemática avenida ensimismados mirando de arriba a abajo, de un lado al otro y boquiabiertos observando sus lujosas tiendas hasta toparnos con el imponente Central Park. Seguimos nuestro paseo no sin antes sentarnos unos minutos en uno de los bancos de uno de sus infinitos caminos y cumplir con un imprescindible de la lista, comernos un perrito caliente. Teníamos entradas para subir al observatorio Top of the Rock de modo que bajamos por la 5ª hasta llegar al Rockefeller Center, en la plaza que queda justo frente al edificio es donde ponen la famosa pista de patinaje sobre hielo y el enorme árbol de navidad. Las vistas desde el observatorio son increíbles! Recomendación absoluta!
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